La caída de ingresos debido a una competencia en aumento y a las medidas reguladoras adicionales de la UE ejerce una enorme presión sobre la eficiencia de los procesos y en los costes operativos. Al mismo tiempo, la estrategia de Vodafone para aumentar su cuota de mercado empresarial y corporativo ejerce una carga aún mayor en los equipos operativos, que deben hacer frente a las exigentes demandas de los clientes empresariales, que incluyen acuerdos de nivel de servicio (ANS) individuales y la monitorización específica de clientes.
Para lidiar con todo lo anterior y disponer de una ventaja competitiva en el segmento de mercado de clientes empresariales, Vodafone decidió emprender un programa de transición y consolidación de OSS «Next Generation Service Assurance».